En los últimos años se ha producido un incremento notable del uso intergeneracional de dispositivos tecnológicos en la vida cotidiana, accediendo a su empleo cada vez a edades más tempranas. Esta tecnología además de servir como entretenimiento para niños y adultos, puede ser útil gestionando múltiples tareas productivas en el hogar, en la enseñanza, en la actividad laboral, etc. 

Sin embargo, el ojo humano presenta dificultades en el manejo de los dispositivos de pantalla digital por su excesivo uso en el entorno próximo. Si a ello se añade su uso inadecuado puede desembocar, al margen de la dependencia, en problemas de salud (musculo-esqueléticos, estrés visual, insomnio, sordera…). 

Estos problemas se agravan con la generalización de la tecnología portátil que permite trabajar en cualquier posición y lugar, en unas condiciones visuales y ergonómicas no naturales. Esta evolución hacia la tecnología ha llevado implícito un aumento de las necesidades, principalmente en visión próxima, con una mayor exigencia a nivel visual cuantas más horas se utilizan.

Es importante adaptar tu entorno de trabajo para mantener una postura cómoda y una buena salud visual. Si experimentas síntomas persistentes o molestias, consulta a un profesional de la salud visual.